En lugar de estabilizar el vuelo, a Interjet los problemas se le multiplican
La otrora prestigiada aerolínea de valor por precio que capturó una buena parte del mercado nacional, hoy los problemas la tienen en descenso descontrolado y con la alarma de proximidad de tierra sonando.
Los problemas no son nuevos, ya desde hace un par de años había alarmas sonando sobre su situación económica, cosa que tanto sus ejecutivos como la familia Alemán, negaban constantemente.

Problemas acumulados
Pero han sido muchas cosas las que hicieron crisis: una mala planeación de rutas y crecimiento, tomaron slots en el AICM pero nunca lo hicieron funcionar como un hub para ofrecer conexiones. Mala decisión haber traído el Sukhoi SuperJet 100 que estaba dando demasiados problemas y su utilización promedio era muy baja. Esa manía de abrir rutas intempestivamente sin publicidad y sin tiempo para que la gente reservara “para que la competencia no sepa qué vamos a hacer”; así como negar su situación financiera cada vez más crítica a pesar del capital que varias veces le tuvieron que inyectar.
José Luis Garza, ex director general, fue en mucho responsable de todo esto, por lo que finalmente fue sustituido por William Shaw, que ante la situación que encontró decidió que era mejor convertirla completamente en una aerolínea de bajo costo, cosa que no tuvo una buena respuesta ni adentro ni afuera de la empresa. Su posicionamiento siempre había sido intermedio entre AeroMéxico y las líneas de bajo costo.

El SAT intentó hacer un embargo el año pasado contra el que se amparó la aerolínea, pero finalmente el día de hoy fue ejecutado, incautando cuentas, vehículos, marcas comerciales y todo lo que tuviera valor para garantizar el pago de casi 3 mil millones de pesos.
Pero eso no es todo, Interjet mantiene fuertes adeudos con aeropuertos, el SENEAM y por combustible, que han ocasionado cancelación de vuelos al no poder pagar en efectivo el combustible para el avión.
Adiós a la flota
En marzo pasado y pareciendo un movimiento derivado de la pandemia que llegaba a México, Interjet devolvió a sus arrendadores toda la flota de 65 Airbus A320 y A321 que tenía, los cuales fueron sacados del país por sus propietarios. La empresa dijo que era un movimiento para no generar pasivos, pero la realidad es que se los quitaron los arrendadores. La mayor parte incluso ya fueron rematriculados y no volverían a la aerolínea aunque mejorara la demanda.
Así que tuvieron que echar mano de los SuperJet 100 que habían estado almacenados sin mantenimiento adecuado en Toluca y CDMX. Habilitaron 4 en un inicio para poder realizar vuelos, lograron tener 7 operativos, pero dos ya requieren mantenimiento así que están en tierra mientras tratan de rescatar otros dos para la temporada de fin de año.

Puedes conocer las rutas y tarifas que todavía opera Interjet aquí: https://www.interjet.com/es-mx
Acuerdo cancelado
Firmaron un acuerdo con Aeromar para realizar códigos compartidos y vender asientos en los vuelos del otro, se contempló además que Aeromar cubriría vuelos de Interjet, así que durante varios días los ATR hicieron vuelos hasta Tijuana, a todas luces inadecuados para turbohélices. Pero Interjet no le pagó a Aeromar por esos servicios y se terminó la luna de miel, los acuerdos y todo.
Se rumoró que los nuevos inversionistas de Interjet querían comprar a Aeromar para hacer una sola empresa más grande, pero que el precio exigido no se justificaba. Pero más bien da a pensar que la oferta no fue adecuada o que ante la falta de pagos por los acuerdos, Aeromar prefirió aquello de “más vale aquí corrió…”.

Los empleados contra la pared
Los empleados no están exentos de todos estos problemas, aunque los funcionarios dijeron que no despedirían a nadie la realidad es que sí ha habido despidos sin su respectiva liquidación, así como constantes atrasos en pagos de sueldos, prestaciones y viáticos para las tripulaciones.
Ayer mismo hubo una consulta en el sindicato para determinar si se emplazaba a huelga a la empresa, pero una huelga en este momento sería el último clavo en el ataúd, por lo que los empleados optaron por esperar hasta el día 30 a ver si cumple la empresa.

También líos extranjeros
Pero los problemas no solo son en México, en Estados Unidos tienen ya dos demandas por varios millones de dólares por no pagar sus compromisos. Una es del aeropuerto y ciudad de Chicago y otra más de su proveedor de servicios en tierra y combustibles en varios aeropuertos del sur de Estados Unidos.
Si Interjet tuviera los aviones para continuar con sus operaciones internacionales, parece que de todas formas no podrían hacerlo con estas demandas en curso. Además, Canadá les retiró el permiso para volar a ese país ya que se vencieron los seguros requeridos para operar.
¿Broma de mal gusto?
Ahogados como están en sus problemas, esta semana realizaron un evento con el gobierno del Estado de Puebla y anunciaron que la empresa de aviación iniciará en diciembre vuelos del aeropuerto Hermanos Serdán en la capital del Estado, hacia Acapulco. Y también afirmaron que iniciarán vuelos de esa ciudad a Houston y Nueva York.
Aunque de las rutas internacionales no se dio fecha, la aerolínea informó que no tienen todavía ningún estimado, ya que dependerá de la recuperación del mercado y de que tengan aviones adecuados, ya que un SuperJet no puede volar de Puebla a Nueva York.
Pero, aunque los tuvieran, si no tienen dinero para pagar el sueldo de sus empleados y sus compromisos incluyendo adeudos con aeropuertos y combustibles, es irresponsable e irrisorio que hagan este tipo de eventos y anuncios.

¿El final se aproxima?
Es triste pensar que luego de quince años de trabajo, con un prestigio y un público fiel a su concepto de precio bajo con comodidad, hoy estén a punto de cerrar la cortina. Es triste por los empleados por cuyo esfuerzo la aerolínea se posicionó como una gran opción para los viajeros en México y varios otros países, hoy estén a punto de perder su fuente de trabajo.
Pero también es cierto que contra la realidad no se puede. Sin una inyección rápida y fuerte de capital, la aerolínea no tiene viabilidad para continuar. El problema es que ni los nuevos socios parecen querer hacerlo precisamente porque no le ven viabilidad.
Y no es solo la falta de aviones, o el capital o el embargo, es que todo el negocio se vino abajo desde hace tiempo por una mala administración que se complicó con los problemas de México y la pandemia.
Además, sus competidores han metido vuelos en casi todas las rutas que operaba Interjet, por lo que, aunque sigan vivos, les va a costar mucho trabajo recuperar su mercado.
Y el problema comercial más grande es ahora la falta de credibilidad que tiene el público que los seguía, ante la falta de opciones, la negativa de devolver el dinero por boletos comprados en rutas canceladas, las constantes cancelaciones de vuelos, ¿quién va a querer comprar un boleto en Interjet para el próximo año? ¿Quién asegura que va a operar el vuelo?
Así que la alarma de proximidad de tierra en su vuelo sin control no es lo grave, sino que de verdad están a punto de estrellarse contra ella.

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Apasionado de toda la vida de la aviación comercial, la industria automotriz y las tecnologías que impulsan a ambas, y que en el último siglo han hecho al mundo cada vez más pequeño.